Los retos de la sostenibilidad empresarial en Casanare
“La crisis en Casanare no es de recursos, es de ideas que impacten
positivamente a las comunidades, el territorio, los seres vivos y la economía
cuando todo ocurre al mismo tiempo, a ese proceso le llamamos
sostenibilidad."
La sostenibilidad es una mirada indivisible a la realidad en tres dimensiones:
social, ambiental y económica; es un encadenamiento de tres eslabones que no
puede romperse, ya que se pone en juego el equilibrio necesario para la vida de
los seres humanos y otras especies.
En resumen, la sostenibilidad busca la calidad de vida de nuestra especie al
mismo tiempo que se protegen los recursos necesarios para que las
generaciones futuras tengan el privilegio de gozar del mismo paisaje llanero que
gozamos hoy en día. En este propósito los negocios sostenibles juegan un papel
fundamental para la materialización de un futuro próspero para el departamento.
En Casanare la sostenibilidad empresarial implica la necesidad constante en cada
organización y empresa de ser mejores a diario, partiendo desde las personas
como eje principal, ya que son ellas quienes dan vida a los negocios.
Adicionalmente, se confirma que los habitantes del departamento son agentes de
cambio dentro y fuera de las organizaciones, y que generan impactos que
pueden ser positivos o negativos en la ciudad y el campo, en la familia o en la
empresa, en la calle o en el hogar.
Es decir, somos seres vivos interconectados con otros y con el territorio, además
que cada una de las personas que habita en la sabana o en la montaña juega un
rol protagónico frente al Casanare Sostenible y próspero que queremos construir
y preservar para propios, extraños y para todos aquellos que con los años irán
llegando a desarrollarse en las tierras llaneras.
El primer reto para que el Casanare sostenible sea posible es la construcción de
ciudadanía. Todos hacemos parte de una comunidad casanareña lo que implica
que nuestras acciones cotidianas tienen repercusiones en otros seres vivos que
cohabitan en nuestro entorno; implica estudiar las relaciones uno a uno que
permitan una co-construcción de cultura de paz. Es de vital importancia el
destierro de la violencia de nuestra cotidianidad, sin trabajar en esta parte estamos
condenados a repetir ciclos de violencia y metamorfosis de la misma. La cultura de
paz debe instaurarse entre las relaciones de cada casanareño para poder reforzar
el trabajo en equipo que nos permita resaltar la amabilidad, empatía y fraternidad
que caracteriza la cultura llanera.
Un segundo reto es cultivar el liderazgo sostenible. Se necesita de una
preparación académica y una discusión abierta para entender la sostenibilidad
desde el territorio; una escucha asertiva y vinculante de todos los actores en el
territorio, ya que todos tienen algo que enseñar y algo que aprender. La soberbia
intelectual debe tender a desaparecer, solo así se podrá entender la multiplicidad
de relaciones que se dan entorno a las necesidades de las comunidades, el
alcance de las empresas, la gestión de las instituciones públicas, además del
compromiso individual de cada uno de los líderes. De esta manera, será posible
crear soluciones innovadoras, creativas e incluyentes a las necesidades del
territorio y su gente sin comprometer recursos naturales innecesarios.
Dada la abundancia de recursos en el departamento nace el siguiente desafío,
que más que un desafío es un compromiso individual de todo habitante del
Casanare en relación con la conservación.Tener un territorio extenso apto para la
ganadería y la agricultura, gas y petróleo, rico en fauna y flora, con gente amable y
trabajadora, además de un potencial impresionante para el turismo rural de
aventura hace imprescindible la conservación de los ecosistemas. Es una
prioridad en medio de la explotación de hidrocarburos, la ganadería extensiva y la
agroindustria que devora cada vez más la sabana y deprime el potencial hídrico
del territorio, necesitamos repensar las formas de cómo estamos creando valor al
tiempo que conservamos la cultura llanera, produciendo con calidad y utilizando
menos recursos.
El desafío final es la conectividad y la información; es necesario utilizar las
nuevas tecnologías para transmitir conocimientos que lleguen a los lugares más
apartados, donde se desconocen datos importantes que pueden ser utilizados
para la cooperación, la toma de decisiones y la transferencia de conocimientos,
tanto de expertos como de los habitantes del territorio. De igual forma,
necesitamos de datos reales que permitan la estructuración de estrategias y la
medición de las mismas con estándares de sostenibilidad como lo son los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) o el Global Reporting Initiative (GRI)
para organizaciones públicas y privadas.
La sostenibilidad empresarial es una estrategia de negocios que permite crear
valor en conjunto con los grupos de interés desde la visión ambiental, social y
económica. No es caridad empresarial, no es filantropía organizacional, tampoco
asistencialismo a comunidades y mucho menos un eslogan comercial. Al tomar la
decisión de emprender desde la sostenibilidad, se identifican los impactos
negativos y se hace responsable de los mismos, se crean líderes, empresas y
organizaciones holísticas que no se dedican tan solo a generar ingresos, sino que
al mismo tiempo genera bienestar en la comunidad y conservación del medio
ambiente.
Promover la creación de empresas de triple impacto que generen ese cambio
positivo es lo que necesitamos los casanareños, ya que el momento de crisis que
pasa Casanare no es por falta de recursos sino ideas innovadoras que funcionen.
Una de ellas la sostenibilidad empresarial en tiempos complejos de alta
incertidumbre donde la única constante es el cambio.
Excelente artículo. El departamento de Casanare así como muchos otros, tiene muchos retos en temas de sostenibilidad. Pero además demandan líderes que tengan una visión mucho más amplia del mundo, dispuestos a evolucionar en la manera como se hacen los negocios.